lunes, 28 de marzo de 2011

La sacerdotisa druida, en el Distrito 9

Tras su paso por el Anfiteatro Ramón y Cajal de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense (24 de marzo), la ópera Norma de Vincenzo Bellini se está representando en el Centro Cultural Moncloa (25 de marzo, 2 y 3 de abril) dentro de la programación de invierno del ciclo Distrito 9. Parece que por un momento la armonía musical impregnó uno de los recintos de esta Universidad tras la polémica de la profanación de la Capilla Complutense en Somosaguas el pasado día 10 de marzo. La ópera de Bellini está contando con la dirección artística de Madalit Llamazares y la escénica de Constantino Juri.


Sobre la ópera

Norma de Bellini, al igual que Lucia di Lammermoor de Donizetti, es otra de las cimas del belcanto italiano. Disputa junto a I puritani el puesto de obra más popular y representada del autor siciliano. Basándose en una tragedia de Soumet, y con un libreto de Felice Romani (habitual colaborador belliniano), la ópera vio su estreno en la Scala de Milán en diciembre de 1831, y al contrario que otras obras de Bellini, ésta resultó un estrepitoso fracaso. Si es que innovar no estaba bien visto, aunque fuera más bien poco... El compositor introdujo, entre otros cambios, un terceto al final del primer acto entre dos sopranos y un tenor, en vez del obligado concertante que cerraba todos los actos de las óperas, es decir, todas las voces en escena con el coro.

Otra de las críticas que se le achacó a Bellini fue a la orquestación, que consideraron pobre, un simple acompañamiento de las voces. Y es que la ópera es para el lucimento de las voces, no de la orquesta. La delicadeza, a la par que riqueza melódica, que destilan ciertos pasajes vocales de la obra no agradecería una orquestación más complicada o ampulosa (principamente los dúos que mantienen las sopranos). Lo cierto es que todas las escenas se abren con amplias introducciones orquestales que sitúan descriptivamente al espectador en el ambiente de las mismas.

A pesar del cambio del concertante por el terceto, la ópera sigue formalmente el modelo belcantista: scena + aria + cabaletta, que ya detallamos en la entrada de Lucia di Lammermoor. En Norma, no obstante, encontramos un mayor número de recitativos que en otras óperas bellinianas.


El libretista Felice Romani

La ópera requiere un buen plantel de voces femeninas; el papel titular es al que se le encomienda el casi absoluto protagonismo de la pieza, y por tanto, el que requiere más nivel de exigencia, tanto vocal como interpretativa, -una sacerdotisa druida madre de dos hijos fruto de la relación con el rival de su familia, el procónsul romano Pollione-, con lo que la carga dramática ya está servida. Tras ella, el papel más difícil es el de la sacerdotisa Adalgisa, cuyo personaje debe ser interpretado con una sensibilidad de canto especial, no exenta de agilidades vocales.

El argumento de esta ópera en dos dilatados actos, se desarrolla en la antigua Roma, y gira en torno al triángulo amoroso formado por el  procónsul romano Pollione (tenor lírico-ligero) y las sacerdotisas galas Adalgisa (soprano lírico-ligera de coloratura) y Norma (soprano dramática de coloratura), ésta última madre de un hijo de Pollione, todo con el telón de fondo de las luchas entre romanos y galos (una de Astérix y Obélix, pero sin ellos), algo de moda en la época: los relatos ambientados en la Galia o los pueblos grecorromanos, concebidos como originarios símbolos de identidad nacional.



Fragmentos destacados

La inspirada obertura combina varios temas, iniciándola uno heroico y solemne, en los metales y la cuerda rápida, alternándose con otro más lírico y ensoñador, con presencia de las maderas y el arpa. El sereno coro inicial nos sitúa en una procesión de druidas liderada por Oroveso (bajo), jefe druídico, en pleno bosque sagrado dedicado a la deidad de Irminsul: "Ite sul colle, o Druidi, ite a spiar ne' cieli". El primer aria del tenor "Meco all'altar di Venere" es interrumpida por los sones del "bronce místico", que anuncian la señal de la sacerdotisa Norma para el levantamiento contra el opresor romano, tras lo cual Pollione entona la cabaletta "Me protegge, me difende, un poter maggior di loro".

Un solemne coro a ritmo de marcha ("Norma viene: le cinge la chioma") precede a la entrada triunfal de la protagonista, que, tras el recitativo "Sediziose voci, voci di guerra" (junto al coro y Oroveso), entona, me atrevería a decir, el aria belcantista más famoso de la historia, el siempre bello Casta diva, iniciado por un memorable solo de flauta bajo las cuerdas ondulantes, donde la sacerdotisa junto al coro invoca a la luna, cortando con su hoz dorada el muérdago sagrado (puro rito druídico, que ni Panorámix, oiga). Tras el aria, y como es obligado, ahora le toca el turno a Norma de cantar su cabaletta, a mayor velocidad y ritmo, y con exigencias vocales notables para la soprano. No se pensaría que por mucha sacerdotisa que fuera se iba a librar de las agilidades vocales, los compositores belcantistas no hacían distingos.

En la siguiente escena realiza su primera intervención el personaje de la sacerdotisa Adalgisa (actual prometida de Pollione) que, tras una calmada introducción orquestal, canta su primer recitativo y aria, con melodías extraídas de la previa introducción en el recitativo (recurso muy socorrido por Bellini), y el posterior aria: "Deh! proteggimi, O Dio". El procónsul Pollione aparece en escena, con lo cual se desarrolla el dúo entre ambos: "Va, crudele, al Dio spietato", que cierra enérgicamente esta escena. Toda la siguiente está encomendada a los tres personajes principales, Norma, Adalgisa y Pollione, destacándose en primer lugar el dúo entre las dos sopranos (uno de los pocos dúos entre sopranos de la lírica): "Adalgisa... Oh! rimembranza!". Con la aparición de Pollione ("Norma, de tuoi rimpoveri") el dúo se convierte casi sin enterarnos en un terceto hasta culminar brillantemente el primer acto con breves intervenciones corales fuera de escena salpicadas por los estruendosos sones del "bronce místico".


Ya en el acto segundo volvemos a asistir a un recitativo y aria de la protagonista, sola en escena con sus dos criaturas pequeñas ("Dormono entrambi"), tras una extensa introducción (dura casi igual que la obertura) en la que el solo del violonchelo entona una lánguida melodía. Volverá a aparecer Adalgisa y las dos sopranos, tras los recitativos, acometerán otro dúo más ("Mira, O Norma...") con un delicado acompañamiento orquestal, más rítmico en la cabaletta final "Si, fino all'ore estreme", con la que concluye esta escena, conmovedora, por otra parte, donde las dos mujeres se confían solidaridad mutua en la desgracia compartida.

Vienen luego dos coros con carácter muy diferente: el primero lento y reposado, liderado por Oroveso, el segundo un auténtico himno bélico de las tropas galas, que, tras los tres sones de escudo dados por Norma, vienen a pedir a la sacerdotisa que señale a la víctima del sacrificio ("Guerra, guerra"). Ésta será Pollione, y ya solos, Norma y su antiguo amante mantienen el único dúo de toda la partitura entre estos dos personajes: "In mia man alfin tu sei". Antes del dramático final los dos cantan otro dúo, en este caso con sutiles intervenciones corales y bajo los acordes punteados del timbal ("Qual cor tradisti, qual cor perdesti"). La ópera concluye con el sacrificio de ambos amantes en un concertante (ahora sí) iniciado por Norma que cierra el acto con cotas de elevado dramatismo así como un exaltado lirismo ("Deh! non volerli vittime").

Libreto y argumento (por cortesía de la soprano argentina Fiorella Spadone)

Para mí no ha habido otra Norma mejor que nuestra Montserrat Caballé (con permiso de la Callas y de Joan Sutherland), así que, aun cayendo en el topicazo, quiero dar mi más reverenciada admiración a la soprano catalana, pronta a retirarse tras una larga carrera repleta de éxitos memorables, como éste en el Teatro de la Zarzuela



Aun así, como recuerdo y homenaje a "La Stupenda", la gran soprano australiana Joan Sutherland, recientemente fallecida, aquí va su versión del mismo aria



¿Con cuál os quedáis vosotros: Sutherland, Caballé, Callas...?

3 comentarios:

Cuaderno de un bloguero dijo...

¿Esta opera la vistes, no?

Germán García Tomás dijo...

Qué va, no pude, me dijeron que ya estaba todo lleno el aforo.

Cuaderno de un bloguero dijo...

Creía que si, deja mejor las reacciones de interesante, guay y divertido, que si pones lo otro pasa lo que pasa.