Era un acontecimiento musical esperado por todos. La vuelta
del maestro Frühbeck de Burgos al escenario del Teatro de la Zarzuela, tras más de dos
décadas de ausencia. Y este hecho ha coincidido felizmente con las ochenta
primaveras que acababa de cumplir seis días antes del concierto, con lo que el
evento se ha convertido en una doble celebración. De esta forma el coliseo
madrileño de la calle Jovellanos ha abierto solemnemente su segunda temporada
firmada por el italiano Paolo Pinamonti. Hay que decir que este concierto ha
sido igualmente muy esperado por el hecho de que debía haber abierto la
temporada pasada, pero por razones de salud del maestro tuvo que posponerse al
inicio de la presente.
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