El pasado 25 de febrero fallecía en Grassau, ciudad alemana
perteneciente al estado de Baviera, a la edad de 89 años, el director de
orquesta muniqués Wolfgang Sawalisch, una de las más notables batutas alemanas
del siglo XX.
Llegó a ser el director titular de dos grandes formaciones
centroeuropeas, como la
Sinfónica de Viena (durante la década 1960-1970) que heredó
de Barajan, simultaneándolo con la Filarmónica de Hamburgo (1961-1973). Un año
después fue el director de la
Orquesta de la Suisse Romande (1974-1980). Mantuvo una muy
estrecha colaboración con la Ópera Estatal de Baviera, al convertirse en su
director musical desde 1971 hasta 1992, tras lo cual se pondría de nuevo una
década al frente de la
Orquesta de Filadelfia (1993-2003) tras la marcha del gran
Eugen Ormandy. Aunque esta etapa junto a la orquesta americana representó una influencia
musical innegable, no ejerció como titular de la misma, ya que lo fue Riccardo
Muti por sugerencia de Ormandy.
Sawalisch fue especialmente aclamado por sus
interpretaciones de las óperas del bávaro Richard Strauss, como los registros
de la primera versión de La mujer sin
sombra y Capriccio, ambas para el
sello EMI. Otra de sus más destacadas aportaciones de ópera en el terreno
fonográfico ha sido la novedosa grabación en sonido cuadrafónico (realizada en
cuatro canales de audio) de La flauta
mágica en el año 1973 también para el sello de Walter Legge con el tenor
Peter Schreier, el barítono Walter Berry, el bajo Kurt Moll, la soprano Anneliese
Rothenberger y la mezzo Edda Moser.
En el terreno sinfónico, ha dejado referenciales integrales
de las sinfonías de Beethoven, Schumann y Brahms, así como la obra coral sacra
de Franz Schubert.
A pesar de ser ampliamente reconocido como director de
orquesta, Sawalisch también ejerció como pianista, y en esta faceta
interpretativa ha dejado para los anales discográficos memorables grabaciones de
lied como el Viaje de invierno schubertiano o los Liederkreis opus 39 de Schumann acompañando a la voz del barítono
estadounidense Thomas Hampson. Recordado fue ese episodio del año 1994
perteneciente a sus años con la
Orquesta de Filadelfia en el cual Sawalisch tuvo que ponerse
a tocar improvisadamente al piano música de Wagner en un concierto que en
realidad estaba programado para su orquesta, pero que a muchos de sus instrumentistas les fue imposible acudir a la
sala debido a una fuerte
tormenta de nieve.
Bruno Bartoletti
Quiso el destino que el director artístico de la Lyric Opera of Chicago
durante casi medio siglo, Bruno Bartoletti, falleciera en Florencia el pasado 9
de junio, sólo un día antes de celebrar su 87 aniversario. Su dilatada vinculación
con el repertorio lírico tradicional y contemporáneo han hecho de Bartoletti un
reputado director operístico.
La primera relación de Bartoletti con la Lyric Opera se produjo
en 1956, dirigiendo Il Trovatore por
indisposición de Serafin. Nueve años más tarde cogería las riendas de su
dirección artística y principal, mantenida hasta nada menos que el año 1999. Durante
su amplia gestión al frente de Chicago, estrenaría óperas tan vanguardistas aún
en esa época como Elektra de Strauss,
El castillo de Barbazul de Bartók, Wozzeck de Berg, Lady Macbeth de Shostakovich o Billy
Budd de Britten. Otros grandes teatros donde llegó a dirigir Bartoletti
fueron la Ópera de Copenhague (fue su director estable de 1957 a 1960), la Royal Opera House, la Ópera de París y especialmente el Colón de
Buenos Aires, donde estrenó la ópera Don
Rodrigo del argentino Alberto Ginastera, hizo debutar a nuestros Teresa
Berganza y Alfredo Kraus en Cenerentola y
Favorita, respectivamente, y regaló representaciones
de ópera para el recuerdo. También participó activamente en los Festivales de Glyndebourne, Salzburgo
o Aix-en-Provence.
Paralelamente a su carrera como director de ópera, Bartoletti
divulgó ampliamente la creación musical contemporánea, propiciando estrenos de
los italianos Lodovico Rocca, Luciano
Berio, Gian Francesco Malipiero o Luigi
Dallapiccola, del propio Ginastera y del polaco Krzysztof Penderecki. Miembro de la Academia de Santa
Cecilia, el director florentino impartió clases en la Academia Chigiana
de Siena.
Aunque existen DVD’s de sus representaciones y películas
televisadas de óperas como La sonnambula o
Tosca, en el terreno discográfico su
aportación ha sido muy modesta. Aun así, es obligatorio señalar los tres
registros de Il Trittico pucciniano (Gianni Schicchi, Suor Angelica e Il tabarro) para Decca grabados a
principios de los noventa con los conjuntos orquestales y corales del Maggio
Musicale Florentino. Las tres óperas cuentan con el protagonismo de la ilustre
soprano italiana Mirella Freni junto a un reparto de cantantes como nuestro
Juan Pons, Elena Suliotis, Eva Podles, un joven Roberto Alagna o el genial Leo
Nucci, en los papeles principales de cada pequeña ópera de Puccini. Precisamente
estas fueron las obras con las que el maestro Bartoletti debutara en 1963 en el
Colón bonaerense. Qué mejor que escuchar estas tres referencias discográficas para
recordar y honrar la memoria del director florentino.
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