lunes, 7 de octubre de 2013

Obituarios: Wolfgang Sawalisch y Bruno Bartoletti

Wolfgang Sawalisch

El pasado 25 de febrero fallecía en Grassau, ciudad alemana perteneciente al estado de Baviera, a la edad de 89 años, el director de orquesta muniqués Wolfgang Sawalisch, una de las más notables batutas alemanas del siglo XX.
 

Llegó a ser el director titular de dos grandes formaciones centroeuropeas, como la Sinfónica de Viena (durante la década 1960-1970) que heredó de Barajan, simultaneándolo con la Filarmónica de Hamburgo (1961-1973). Un año después fue el director de la Orquesta de la Suisse Romande (1974-1980). Mantuvo una muy estrecha colaboración con la Ópera Estatal de Baviera, al convertirse en su director musical desde 1971 hasta 1992, tras lo cual se pondría de nuevo una década al frente de la Orquesta de Filadelfia (1993-2003) tras la marcha del gran Eugen Ormandy. Aunque esta etapa junto a la orquesta americana representó una influencia musical innegable, no ejerció como titular de la misma, ya que lo fue Riccardo Muti por sugerencia de Ormandy.

Fue muy notable su relación con el Festival de Bayreuth durante los años de Wieland y Wolfgang Wagner. Del autor alemán había dirigido Tristán e Isolda al frente de la Filarmónica de Berlín con tan sólo treinta años, en 1953, y debutó en la colina verde con la misma ópera cuatro años más tarde, convirtiéndose en el director más joven en hacerlo. Todo wagneriano puede disfrutar de sus grabaciones en vivo desde Bayreuth de El holandés errante y Lohengrin. A Sawalisch debemos los melómanos una de las primeras grabaciones (por no decir la única) de la primera ópera del compositor de Leipzig: Las hadas, además de la Tetralogía y Los maestros cantores de Nürenberg, todas con su Orquesta de la Ópera bávara.

Sawalisch fue especialmente aclamado por sus interpretaciones de las óperas del bávaro Richard Strauss, como los registros de la primera versión de La mujer sin sombra y Capriccio, ambas para el sello EMI. Otra de sus más destacadas aportaciones de ópera en el terreno fonográfico ha sido la novedosa grabación en sonido cuadrafónico (realizada en cuatro canales de audio) de La flauta mágica en el año 1973 también para el sello de Walter Legge con el tenor Peter Schreier, el barítono Walter Berry, el bajo Kurt Moll, la soprano Anneliese Rothenberger y la mezzo Edda Moser.

En el terreno sinfónico, ha dejado referenciales integrales de las sinfonías de Beethoven, Schumann y Brahms, así como la obra coral sacra de Franz Schubert.

A pesar de ser ampliamente reconocido como director de orquesta, Sawalisch también ejerció como pianista, y en esta faceta interpretativa ha dejado para los anales discográficos memorables grabaciones de lied como el Viaje de invierno schubertiano o los Liederkreis opus 39 de Schumann acompañando a la voz del barítono estadounidense Thomas Hampson. Recordado fue ese episodio del año 1994 perteneciente a sus años con la Orquesta de Filadelfia en el cual Sawalisch tuvo que ponerse a tocar improvisadamente al piano música de Wagner en un concierto que en realidad estaba programado para su orquesta, pero que a muchos de sus instrumentistas les fue imposible acudir a la sala debido a una fuerte tormenta de nieve.


Bruno Bartoletti

Quiso el destino que el director artístico de la Lyric Opera of Chicago durante casi medio siglo, Bruno Bartoletti, falleciera en Florencia el pasado 9 de junio, sólo un día antes de celebrar su 87 aniversario. Su dilatada vinculación con el repertorio lírico tradicional y contemporáneo han hecho de Bartoletti un reputado director operístico.


La genialidad y el talento corrían por las venas de este alumno de Tullio Serafin nacido en Sesto Florentino en 1926, ya que debutaría en 1953 en el Comunale de Florencia con Rigoletto. Cuatro años más tarde se puso al frente como director estable del Mayo Musical Florentino (1957-1964; volvería al mismo como director artístico entre 1985 y 1991) para posteriormente dirigir la Ópera de Roma (1965-1973), insignes templos operísticos a los que, como el de Chicago, estuvo muy ligado su maestro Serafín.

La primera relación de Bartoletti con la Lyric Opera se produjo en 1956, dirigiendo Il Trovatore por indisposición de Serafin. Nueve años más tarde cogería las riendas de su dirección artística y principal, mantenida hasta nada menos que el año 1999. Durante su amplia gestión al frente de Chicago, estrenaría óperas tan vanguardistas aún en esa época como Elektra de Strauss, El castillo de Barbazul de Bartók, Wozzeck de Berg, Lady Macbeth de Shostakovich o Billy Budd de Britten. Otros grandes teatros donde llegó a dirigir Bartoletti fueron la Ópera de Copenhague (fue su director estable de 1957 a 1960), la Royal Opera House, la Ópera de París y especialmente el Colón de Buenos Aires, donde estrenó la ópera Don Rodrigo del argentino Alberto Ginastera, hizo debutar a nuestros Teresa Berganza y Alfredo Kraus en Cenerentola y Favorita, respectivamente, y regaló representaciones de ópera para el recuerdo. También participó activamente en los Festivales de GlyndebourneSalzburgoAix-en-Provence.

Paralelamente a su carrera como director de ópera, Bartoletti divulgó ampliamente la creación musical contemporánea, propiciando estrenos de los italianos Lodovico Rocca, Luciano Berio, Gian Francesco Malipiero o Luigi Dallapiccola, del propio Ginastera y del polaco Krzysztof Penderecki. Miembro de la Academia de Santa Cecilia, el director florentino impartió clases en la Academia Chigiana de Siena.

Aunque existen DVD’s de sus representaciones y películas televisadas de óperas como La sonnambula o Tosca, en el terreno discográfico su aportación ha sido muy modesta. Aun así, es obligatorio señalar los tres registros de Il Trittico pucciniano (Gianni Schicchi, Suor Angelica e Il tabarro) para Decca grabados a principios de los noventa con los conjuntos orquestales y corales del Maggio Musicale Florentino. Las tres óperas cuentan con el protagonismo de la ilustre soprano italiana Mirella Freni junto a un reparto de cantantes como nuestro Juan Pons, Elena Suliotis, Eva Podles, un joven Roberto Alagna o el genial Leo Nucci, en los papeles principales de cada pequeña ópera de Puccini. Precisamente estas fueron las obras con las que el maestro Bartoletti debutara en 1963 en el Colón bonaerense. Qué mejor que escuchar estas tres referencias discográficas para recordar y honrar la memoria del director florentino.

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